Consejos importantes
Entre los chicos pueden existir peleas, bromas o burlas,
pero si esto se produce de manera sostenida y sistemática sobre un niño en
particular la diversión se convierte en agresión.
Ningún niño merece ser molestado, manipulado u hostigado por otro.
El bullying
o acoso lo realizan tanto los
varones como las mujeres y no debe naturalizarse.Nada más detectar alguna conducta de este tipo es importante tomar cartas en el
asunto, ya que puede convertirse en una situación de riesgo.
El acoso produce una herida psicológica muy difícil de sobrellevar y se
necesita mucho apoyo para que no deje secuelas.
¿Cómo nos damos cuenta de que un niño está padeciendo acoso
escolar?
Como en toda situación traumática lo primero que observamos son varios
cambios en la conducta habitual de los pequeños. Entre ellos los
siguientes:
No quieren ir a la escuela.
Disminuye su concentración y desempeño escolar y en algunos
casos incluso repiten el año.
Se muestran temerosos e inseguros.
Están tristes, se aíslan y sufren episodios de ira y enojo.
Se muestran irritables.
Presentan dolores de barriga y cabeza.
Tienen dificultades para dormir (pesadillas y miedos).
Presentan retraimiento y falta de comunicación familiar.
Se quejan reiteradamente.
No quieren salir de casa o realizar actividades que antes disfrutaban.
Se vuelven agresivos con sus hermanos.
Se aíslan de sus amigos.
Se hacen pis o caca.
Comienzan a mostrar trastornos de alimentación.